BioShock: Infinite incluye temas religiosos que van a ser modificados, que no eliminados, según ha informado Ken Levine, en respuesta a los comentarios recibidos.
"He tenido varias conversaciones muy interesantes. Uno de los personajes en el juego está modificado como fruto del diálogo con gente del equipo que tenía un pasado religioso, y he podido entender que estaban disgustados por algo", comenta Levine en la revista oficial de PlayStation.
"Lo que les dije fue que no cambiaría nada para pasar su aprobación, pero que entendía su preocupación y podía hacer una historia mejor basada en los comentarios. Y eso hice, estoy contento por ver su perspectiva. Lo último que quería era cambiar algo porque ofendía a unas personas, pero lo que señalaron hacían el argumento peor".
Levine quita hierro al asunto ya que el tema religioso no es uno de los aspectos principales de la historia, como no lo fueron otros comentados anteriormente: "Creo que cuando la gente vio el juego pensaron que era sobre el 'tea party', luego pensaron que iba sobre el movimiento laborista. Ahora pensarán que va sobre religión". Para Levine, el tema principal de Bioshock Infinite es el patriotismo.