Hace 25 años, Notting Hill conquistó los corazones de millones con su encantadora historia de amor entre un librero londinense y una superestrella de Hollywood. Escrita por Richard Curtis y protagonizada por Julia Roberts y Hugh Grant, la película recaudó 363 millones de dólares en taquilla y se convirtió en un clásico del cine romántico. Sin embargo, una reciente revelación de Curtis ha dejado en claro por qué una secuela de esta icónica película nunca llegó a materializarse.
En una entrevista con IndieWire, confesó que había considerado una mini-secuela para Notting Hill al estilo de las que creó para Love Actually. Su idea era explorar una trama más realista en la que los protagonistas, Anna Scott y William Thacker, se divorciaran tras años de matrimonio. "Pensé en hacer una donde se iban a divorciar, pero Julia [Roberts] creyó que era una muy mala idea", explicó el guionista.
La negativa de Julia Roberts
Para la actriz, esta visión más oscura iba en contra de lo que el público adoraba de la película original: su final de cuento de hadas. La actriz, que admitió haber enfrentado desafíos interpretando a una estrella de cine ficticia tan cercana a su propia vida, no estaba convencida de que un divorcio fuera el camino adecuado para los personajes. Esta postura terminó por sepultar el proyecto, algo que, según muchos fans, pudo haber sido para mejor.
Mientras tanto, Grant, quien dio vida al tímido librero William, ha mostrado una relación algo incómoda con su personaje. En una entrevista reciente con Vanity Fair, describió a Thacker como "despreciable" y cuestionó algunas de sus decisiones en la película. "Siempre pienso: ‘¿Por qué mi personaje no tiene cojones?’", dijo el actor. Aunque Grant ha bromeado con la idea de una secuela que explore un divorcio lleno de abogados costosos y batallas por la custodia, parece que ese proyecto no será realidad.
Un final que permanece intacto
Curtis y Roberts coincidieron, finalmente, en que el impacto de Notting Hill radica en su intemporalidad y en su mensaje optimista. La idea de un divorcio, aunque interesante, habría roto la magia de la película original. Para muchos, la decisión de no continuar con una secuela ha permitido que Notting Hill mantenga su estatus como una joya del género romántico.