los esquimales viven en cabañas de madera.
Me has roto por completo.
Para mi esto era una verdad absoluta.
Por eso siempre digo que hay que ser humilde, porque por mucho que creamos saber, sin duda hay muchísimo más que no.
Por añadir algo corto, una chorrada que entiendo que todos sabemos en este hilo, pero cuando lo cuento entre adolescentes se quedan de piedra. La distancia real entre la Tierra y la Luna es de 385000 Km, nada que ver con las imágenes que nos muestran a ambos juntos, de echo, cuando la Luna está en su apogeo, podriamos meter todos los planetas del Sistema Solar entre ellas (y tenemos verdaderos Titanes en el Sistema).
En esta imágen se aprecia mejor...
Otro dato menos conocido es que se cree que alrededor del 75 % de todas las estrellas se encuentran en sistemas Binarios (dos estrellas orbitando entre ellas atrapadas por la gravedad que ejerce la contraria), con alrededor del 10 % de estas estrellas con
sistemas de más de dos estrellas, con lo que nuestro sistema se podria catalogar como una rara avis.
Quizás esto hubiera cambiado si Jupiter hubiera llegado a "detonar", ya que el planeta más grande de nuestro sistema solar es en realidad una estrella fallida.
En el conocido libro 2001, de Arthur C. Clarke, que he sacado a colación para recomendarlo, como fanático de este gran escritor y científico (que dejó de escribirme libros hace 12 años), habla de como Jupiter se convierte en nuestro segundo Sol.
Secreto: (Pincha para leerlo)
¿Qué se necesitaría para convertir a Júpiter en un segudo sol de nuestro sistema?
Fundamentalmente, más masa.
En realidad, y pese al nombre común de “gigantes gaseosos”, la materia que forma a Júpiter está en un estado en el que lo gaseoso y lo líquido no se diferencian, y sería más exacto llamarlos planetas fluidos. En su centro, Júpiter tiene hidrógeno en estado sólido, metálico, pero la mayor parte de su volumen consta de hidrógeno y helio, con vestigios de otros gases.
Si le añadiéramos masa a Júpiter, más hidrógeno o helio, su diámetro prácticamente no variaría debido a su potente campo gravitacional. Sólo tendríamos que añadir 50 veces más masa a Júpiter (es decir, sumar 50 planetas fluidos del tamaño de Júpiter) para que su gravedad y su masa desencadenaran el proceso de fusión de núcleos de hidrógeno que convertiría al planeta en una semiestrella de las conocidas como “enanas marrones”. Para que fuera una verdadera estrella, una enana roja, su masa debería ser 80 veces mayor.
Cuantos sistemas binarios nos ha traido la ciencia ficción...
Un saludo a todos, y Feliz Otoño para tí también, Eldedroid.

“Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. - Arthur C. Clarke