#9 Enviado: 13:21 26/04/2017 Editado: 11:47 27/04/2017 (7 veces)
La trilogía original es grandiosa, de las mejores que ha visto nunca el medio, con tres juegos de nivel idéntico donde cuesta poner uno encima del otro.
El primer God of War es la sorpresa y la frescura total teniendo ya un nivelazo tremendo en todos los sentidos, llevando las aventuras de acción con tintes de h&s a un nivel nunca visto hasta el momento, además de tener la zona con mejor interconexión y puzzles integrados de toda la saga (el Templo de Pandora), que nunca se vio superada en ninguna de las entregas posteriores.
God of War 2 coge al anterior y lo supera ampliamente en casi todos los aspectos, expandiendo el lore de forma brutal siendo la entrega con mejor argumento de la saga y llevando la fórmula a su máxima excelencia no pudiendo mejorarse más, convirtiéndose así en el ejemplo a seguir en su saga, la entrega donde todas las demás deben mirarse y en un ejemplo maestro de cómo debe hacerse una secuela continuista. A eso hay que sumarle un apartado gráfico de escándalo, el mejor de PS2 junto a unos poquísimos elegidos (FF XII, MGS 3, SotC, GTA:SA y muy pocos más), y que tiene uno de los mejores cliffhangers de todos los tiempos en la industria y ya se termina de redondear todo.
Y God of War 3, para no pecar de repetitivo y aprovechando que era el final de saga, sacrifica la parte más de aventura de la fórmula (parte que aun así por supuesto sigue teniendo) en pos de potenciar la acción pura y dura y los jefes finales, siendo la mejor entrega en esto, imbatible, contando con unos cuantos de los mejores jefes jamás hechos (ese versus contra Chronos...). Por otro lado, el salto técnico fue DESCOMUNAL siendo un hito visual en el momento de su salida, donde no había nada igual y casi que al final siguió sin haberlo en toda su generación, siendo todavía a día de hoy y mucho más en su remasterización, digno de que se te caigan los cojones al suelo. Esto también propició que se convirtiera hasta la fecha, por escala y nivel de casquería, en uno de los juegos más brutales y rematadamente épicos que se hayan creado, un auténtico éxtasis de sangre y hostias, donde también ayudó en esto la BSO, que tocó techo en esta entrega. Y si los prólogos en los GoW siempre son de infarto, lo de este ya es para no creérselo, muy muy pocos rivales tiene este prólogo a lo largo de la historia de la industria. Un ejemplo capital de cómo cerrar una trilogía por todo lo alto y en su momento, toda una saga.
De los que quedan, ambos de Ready at Dawn cuentan con tramas de menor importancia y escala y no dejan de ser más de lo mismo en portátil, por lo que los considero inferiores a la trilogía. Pero vaya por delante que siguen siendo dos juegos muy buenos, de lo mejor de PSP, que gozo como una perra al jugarlos y más en la excelente remasterización que tienen para PS3. Los veo de nivel idéntico, pero si me tengo que quedar con uno prefiero Ghost of Sparta, porque se nota que el estudio ya le había cogido todo el tranquillo a la fórmula, logrando auténticas virguerías, por tener una trama de mayor interés, y por ser el techo técnico de PSP, que todavía me cuesta creerme lo que metieron ahí.
Me queda Ascension, que sin duda se trata de un buen juego, que trae la fórmula más aventurera del 1 y el 2 a PS3 y pule al máximo la jugabilidad y el apartado técnico (tiene partes de no creérselo, directamente)... pero donde el desgaste y el olor a quemado se notan de lejos. Tras 5 entregas más o menos iguales ya estaba un poco hasta los huevos y el deja vu es constante, nadie pedía otra entrega más igual para sobremesa en 2013, donde la trama además casi que no le importa a nadie porque se nota que no había nada que contar. Y es que ese es el problema del juego, que vive de las rentas de un pasado que ya no podía explotarse más, apenas aportando nada, no teniendo nada de interés que contar, y que salvo su comienzo y su final, es entre poco y nada memorable. La entrega más floja de la saga.
Así que para mí sería: 2 > 3 > 1 >> GoS > CoO >> Ascension.
Mi voto va para God of War 2.
La realidad ocurre en el sueño y el sueño es una extensión de la realidad