Tirar de aspecto retro -ya sea por cuestiones artísticas o por limitaciones del estudio- es una opción tan válida como cualquier otra. Mientras el acabado visual sea bueno, no veo dónde está el problema.
En el mundo del cine pasa algo similar, con películas que en plena era del color y el 3D, optan por hacerlas en blanco y negro, como The Artist, El hombre elefante, Persépolis, El odio o La lista de Schindler, y en todas ellas el acabado monocromático no resta, sino que suma.
Y sí, hacer un personaje con píxeles a mayor resolución obviamente lleva más trabajo, y por lo tanto, requiere de mayor presupuesto, ya sea aumentando el tiempo de desarrollo o ampliando la plantilla. No es lo mismo hacer esto:
Que esto:
Aunque yo personalmente le doy más valor al buen hacer del artista que a la resolución y el número de colores empleados. Los sprites de Dragon Ball Adventure, por ejemplo, me parecen la polla, y los pixelotes cantan bastante.