Después de la primera partida tengo bastante claro que de cara al 3Dmake las tres máscaras de transformación pasarán a la pantalla táctil al estilo de las Botas de Hierro, y tampoco descartaría lo mismo para el Cuaderno de los Bomber.
Tenía el juego mucho más olvidado de lo que creía, me he visto sorprendido desde por pequeños detalles como
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que Deku Link salte para agarrarse al pomo de las puertas, el desfile de hologramas al caer al pozo en el que Skull Kid te hecha la maldición o los matorrales huidizos hasta cosas más serias como las épicas líneas previas a la intro, que Deku Link da saltitos por la superficie del agua o la angustia que produce el minijuego en el que las baldosas forman un laberinto a tu paso. Especialmente tras ALBW, el framerate me ha sentado como una bofetada.
Lo he dejado al "segundo 3º día" en la caseta de la ruta turística del pantano, la intención era de avanzar como mínimo hasta el primer templo, pero resulta totalmente inevitable perder los minutos paseando y observando Ciudad Reloj, respirando la antipatía de sus ciudadanos. Todo rebosa una vida y una naturalidad que hacen que uno tenga que caer en la cuenta de que más allá de las murallas le esperan mazmorras, enemigos, puzzles y un apocalipsis que está a pocas horas de llegar.
Ha sido casi inconsciente,
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tras hablar con la anciana de la Posada del Puchero, tener la urgencia de buscar de donde venía el sonido de unos pasos que llevaban a Anju justamente hasta esa habitación a servirle la comida a su abuela; de ahí a seguirla hasta el mostrador donde poco después recibe al Cartero, y después intentar perseguir a éste por la plaza para tras despistarlo, acabar en el Bar Lácteo presenciando el enfrentamiento entre el tabernero y Gorman hasta que las campanas (y en el tercer día los temblores) te recuerdan que debes dejarte de cotilleos ya que eres un despreciable Deku y te queda poco tiempo para dar con Skull Kid.
Me ha chocado bastante el momento de dirigirme por primera vez a las puertas de la Torre del Reloj, pasar de saber que el juego se rige por el sistema de tres días a empezar a sentir la presión de tener que organizar las tareas y a asimilar que la ciudad se rige por un horario, que las tiendas abren y cierran a unas horas determinadas, que mañana habrá cambios que no volverás a ver hasta regresar en el tiempo.
Pura MAJIA.
I am you and you are me. Carry that with you wherever you go. Thank you, my friend.