Ayer completé el juego, la verdad es que me ha dejado una sensación bastante agridulce. Dejo mis impresiones sobre la trama en spoiler, aunque destripes como tal no hay ninguno.
Por un lado, es de agradecer que durante el grueso del juego se permita avanzar al ritmo y orden que uno prefiera, lo cual es un enorme paso adelante con respecto a anteriores entregas, donde durante la parte central uno se limitaba a patearse el mismo escenario continuamente. Aquí el ritmo de juego gana muchísimos enteros debido a esa libertad y a que continuamente te plantan nuevas localizaciones y escenarios, lo suficientemente diferenciados como para mantener el interés en ver cuál será tu siguiente destino.
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El problema es que esa parte central no aporta apenas nada a nivel argumental a la trama, y lo peor no es eso, es que sus tramas y misterios son demasiado cortos y poco interesantes. El desarrollo de la trama y de los personajes durante grandísima parte del juego es totalmente nulo, es cierto que ése es un defecto achacable a muchas de las entregas de la saga, pero es que en esta entrega es aún más notable si cabe. A excepción de Sycamore y Aurora, que tampoco es que de mucho juego, no se introducen más personajes relevantes en ninguna de las tramas de los huevos. Es que si no llega a ser por la presencia de Sycamore cualquiera que hubiese completado la Máscara de los Prodigios podría ponerse con la recta final de este legado de los Ashalanti sin haber jugado nada más y no sentirse perdido.
Jugablemente no tengo demasiada queja. La repetición de los puzles a estas alturas es algo lógico y asumible, aunque los minijuegos de esta entrega me han parecido menos inspirados de lo habitual, pero esto es algo más subjetivo. Los fondos son auténticas obras de arte, aunque me habría gustado que se profundizase en el aspecto de conseguir monedas desencadenando sucesiones de eventos, quizás con requerimientos algo más complejos como tocar ciertos objetos en un orden lógico. Lo de que varios de los puzles diarios estén sacados directamente del juego anterior me parece bastante lamentable, pero tampoco es que el juego haga hincapié en esta característica como sí lo hizo la entrega anterior, así que no deja de ser un extra jugoso pero que necesitaba algo más de trabajo.
Y es una lástima, porque la recta final es impresionante, llena de bombazos e imposible de dejar de lado hasta completar el juego. Como ya habéis comentado anteriormente creo que el hecho de ser una precuela ha condicionado en exceso a esta trilogía, y eso se nota especialmente en esta entrega, que es la encargada de cerrarla. Lo pondría por delante del horrible Llamada del Espectro y la Villa Misteriosa, y ahí ahí con la Máscara de los Prodigios.
A friend first, and a boss second, probably an entertainer third.