Escuchas los dos últimos discos del Tote y piensas que están bastante bien, que es normal que el sonido y estilo vaya cambiando, "madurando" por decirlo de algun modo, y oyes los discos pasándolo bien sin más.
Pero un buen día te vuelves a poner " Un tipo cualquiera" y pepinacos como este te la vuelven a poner durísima y hacen que pienses...joder, este hijo de puta antes hacía cosas un millón de veces mejores.
Pilla un Delorian y lárgate a buscar el puto verano que te falta.