Panzer Dragoon Orta aúna dos estilos de juego radicalmente distintos, la tradición arcade de Zwei y el posicionamiento de Azel. Realmente me parece una notabilísima entrega de la saga, y en el Top 5, sin ningún género de duda, de los juegos de la primera Xbox.
Gráficamente supone un puñetazo en la mesa que demuestra el gran dominio de Sega en lo gráfico. Absolutamente rotundo y sólido, impresiona tanto por la solidez como por la cantidad de efectos y enemigos.
En su diseño gráfico poco hay que objetar. Recoge toda la imaginería de la saga con escenarios realmente potentes, como la tercera fase y su gran grieta, o el impresionante a las instalaciones imperiales en el octavo nivel.
Argumentalmente, continúa la historia de la saga años después de que Azel se embarcase en esa labor con la que acabó PD Saga,
Secreto: (Pincha para leerlo)
un mundo en decadencia, sin el control de las Torres, al libre disponer de los humanos
Jugablemente, hereda todo lo bueno de Zwei (las diversas rutas, el berserk) y aúna una de las grandes virtudes de Azel, especialmente notable en las luchas contra jefes, el posicionamiento y el cambio de forma del dragón en tiempo real.
Infinitamente rejugable gracias a sus varios niveles de dificultad y a su cuidada Caja de Pandora, en la que se puede revisitar Panzer Dragoon I (sin duda, el peor de la saga) o rejugar los niveles con nuevas armas, con o sin jinete y mil diabluras más.
No es el mejor de la saga (en mi opinión, dicho honor le corresponde a Azel: Panzer Dragoon RPG), pero no sabría si poner a Orta o a Zwei en segunda posición. Depende del día y de la nostalgia.
Saludetes...
May the cats rest in peace.