Fortnite está causando tal furor entre los jugadores que a algunos no hay nada que los detenga cuando quieren acabar su partida, o casi.
Hace un par de noches, un tornado pasó por la ciudad de Greensboro en Carolina del Norte, arrasando casi todo lo que tocaba, causando numerosos desperfectos materiales, algunos heridos e incluso una víctima.
Sin embargo, para Anton Williams, el protagonista de esta historia, este tornado no era suficiente como para dejar de jugar a Fortnite… al menos al principio.
"Estaba sentado en casa y jugaba a Fortnite y todo lo que podía oír era un montón de ruido", comentaba Anton. "Miré a través de la ventana y empecé a ver como comenzaba a desprenderse el tejado de una de las casas frente a la mía, pero volví a sentarme porque sólo quedaban un par de personas más en mi partida, ya sabes, estaba tratando de acabarla".
Sin embargo, finalmente Anton entró en razón cuando todo comenzó a ir a peor y decidió priorizar su seguridad y la de su familia antes que hacerse con la victoria en el Battle Royale:
"Entonces todo comenzó a ir a peor, comencé a ver postes de luz cayéndose. Entonces le dije a mi hermana y a mi sobrino que vinieran al baño".
Cuando al jugador le preguntaron qué estaba pasando por su cabeza cuando se refugió del tornado en el baño el aseguro que, en realidad, seguía pensado en Fortnite: "Sinceramente, estaba pensando en el juego aunque también esperaba que todo el mundo a mi alrededor estuviera bien".
