La violencia en los deportes es algo intolerable, tanto en los tradicionales (que nos dejan cada día con casos más lamentables) como en los electrónicos que, pese a que hay algunas situaciones que se deben mejorar por norma general las polémicas o conflictos no suelen llegar nunca a las manos.
Por desgracia esto no fue así durante el pasado fin de semana en la ciudad belga de Amberes donde se disputó el Outpost On Fire 5, un torneo ya clásico de Call of Duty 4: Modern Warfare que este año parecía que iba a contar con su mejor edición después de la salida de la remasterización del juego el pasado mes de noviembre.
El campeonato se lo acabó llevando el equipo Wapanda, que ganó el torneo derrotando en la final a 5Kings pero, tras el campeonato, las cámaras pudieron captar una pelea entre dos jugadores de nombre aún desconocido que comenzaron a lanzarse golpes mientras un tercero, atónito, intentaba separarlos mientras agarraba tres cervezas y un botellín de agua en sus manos.
Los ánimos caldeados tras el torneo y, probablemente el alcohol, fueron los responsables de una pelea que avergüenza a toda la escena internacional y que todos esperamos que no se vuelva a repetir dentro de los deportes electrónicos:
Gracias, Dexerto.
