El año pasado Blizzard decidió llevar a los tribunales a Bossland, una empresa que, supuestamente, desarrollaba software alternativo para sus juegos que permitía a sus usuarios obtener ventaja de forma irregular con respecto a otros jugadores o, lo que es lo mismo, creaba trampas o chetos para varios de sus títulos.
Según Blizzard, la compañía de origen alemán habría vendido trampas para juegos como Overwatch, World of Warcraft u otros juegos a más de 42800 usuarios, violando la propiedad intelectual de sus títulos y acusándolos de otros cargos por los que pedía la compensación mínima que puede reclamar en estos casos que es de 200 dólares por venta ascendiendo en este caso, según los datos de la propia Blizzard a algo más de 8.560.000 dólares.
Sin embargo, Bossland, desde hace algún tiempo no ha dado señales de vida en un intento de eludir el proceso legal ante la falta de jurisdicción de los Estados Unidos en Alemania, rehusando incluso a responder al ultimátum que le dieron las autoridades estadounidenses.
Después de este silencio, Blizzard ha presentado una moción para que se celebre un juicio por defecto alegando que está claro que Bossland violó varios de sus derechos de autor vendiendo sus particulares herramientas que perjudicaron a la gran mayoría de sus jugadores que apuestan por el juego limpio y no utilizan trampas en sus títulos.
Según la compañía estadounidense, Bossland está siguiendo estos pasos de mala fe para eludir a la justicia estadounidense, encontrándose con que, más que probablemente la resolución del juicio salga a su favor pero que, dado la incapacidad de declarar el dinero a una empresa afincada en Alemania, también es muy probable que Blizzard no vea jamás ni un centavo de la creadora de estos supuestos "chetos".
