Hace unos meses que nació la World Esports Association, más conocida como WESA, una organización que pretende profesionalizar los deportes electrónicos para ofrecer un ecosistema y una serie de reglas comunes que lo acerquen a otros deportes tradicionales como por ejemplo el fútbol, pudiendo definir a esta entidad como, por poner un ejemplo, la FIFA de los eSports.
Después de un tiempo sin tener demasiadas noticias acerca de los pasos que estaba dando la organización, ayer la WESA emitió un comunicado en el que anunció un importante cambio en la reglamentación de sus competiciones que, como sabréis, están directamente relacionadas con la ESL.
Y es que, desde ahora, quedará absolutamente prohibido que dos o más clubes que sean propiedad del mismo dueño total o parcialmente puedan participar en sus competiciones evitando así eventuales conflictos de intereses entre sus equipos de CS:GO y también que se produzcan suspicacias como pactar resultados de forma interna que puedan alterar la competición.
Esta medida ha puesto directamente en el punto de mira a tres de los equipos más importantes del FPS de Valve a día de hoy como son Virtus.pro, SK y Natus Vincere que, en el caso de los dos primeros son propiedad de forma parcial de la compañía Esforce mientras que en el caso de Na’Vi controla todos sus derechos de retransmisión.
Sin embargo, la WESA ha querido dar un tiempo prudencial para que estos clubes puedan adaptarse a la nueva norma, contando con 18 meses para poder buscar otro comprador diferente que les permita seguir en la competición. Si pasado este tiempo no lo han hecho, tendrán prohibido participar en todos los eventos relacionados con la WESA como pueden ser, por ejemplo, el IEM Katowice o la ESL Pro League.
