En el último cuatrimestre del 2002 llegó a los ordenadores personales Mafia, de la mano de Illusion Softworks (famosos por su saga Hidden & Dangerous), un juego que, a simple vista, requisaba las premisas establecidas por Grand Theft Auto 3 pero tomando como base ambiental el Estados Unidos de los años 30. Aunque esta década tiene diversos puntos que destacar (en 1933 Adolf Hitler tomó el poder de Alemania debido al creciente descontento de sus compatriotas, mientras que en 1936 se iniciaba la guerra civil española, por poner unos ejemplos) este período está marcado especialmente por la Gran Depresión mundial iniciada en Norteamérica; es en este lapso de tiempo donde, además, tuvo lugar la caída del gánster más famoso de todos los tiempos, Al Capone, por lo que sin duda la obra del estudio checo poseía una atmósfera indubitablemente apropiada.
Para una gran mayoría las semejanzas con el videojuego de DMA Design eran demasiado obvias, si bien su concepción hacia el desarrollo checo estaba injustificada, pues las disimilitudes entre ambos títulos pesaban mucho más que sus equivalencias. Sí, es cierto que tanto en Mafia como en la tercera entrega de Grand Theft Auto disponemos de una ciudad americana por la que cometer nuestras fechorías con, relativa, libertad, y que, además, en ambos productos el robo de automóviles está a la orden del día, pero ahí finaliza todo.
La producción checa ofrecía una trama mucho más trabajada, influyendo de tal modo al cómputo global que sus personajes llegaban a rezumar vida propia, desde el protagonista hasta, los usualmente peor tratados, personajes secundarios. Los desarrolladores de Hidden & Dangerous no querían que el argumento de su juego fuera un simple pretexto para gamberrear por los distintos distritos de la urbe, sino que pretendían emular a las mejores creaciones cinematográficas de Hollywood en cuanto a la fílmica de gánsteres se refiere. De esta forma optaron por atesorar los grandes beneficios que reporta el contar con buen guión (en detrimento de la libertad de acción, resultando más lineal que su competidor), y se inclinaron hacia una estética más real que la de su antagonista, que descollaba un aspecto más desenfadado.
Su segunda parte, Mafia 2, tiene prevista su salida a lo largo del presente año fiscal (iniciado en este mes de abril y acabando en marzo de 2009), saliendo simultáneamente en Xbox 360, PlayStation 3 y PC, al contrario que su predecesor, que salió primero en PC y dos años más tarde en Xbox y PlayStation 2. Por lo que sabemos de él volverán a tomar los dispares elementos que consiguieron distinguirlo de su más directo competidor y lo elevarán a un nivel superior, estando a la altura de lo que podemos esperar de un juego de nueva generación de segunda hornada.
Por tanto, gráficamente el juego rayará a un gran nivel, destacando principalmente las expresiones faciales: en las escenas cinemáticas, confeccionadas con el propio del motor del juego, la cámara se aproximará a los intérpretes de la acción, y podremos observar detenidamente la cantidad de pormenores con las que han dotado a los rostros (veremos cómo las diferentes arrugas de los semblantes se contraen y dilatan según el énfasis del personaje, comisuras de los labios incluidas, e incluso podremos distinguir calvas producidas por cicatrices mal curadas en las barbas de dos o tres días), y unas animaciones de los personajes muy elaboradas. De hecho, se ha puesto un empeño especial en este apartado, puesto que habrá una disparidad de suplementarios bastante notable, y cada uno de ellos se desempeñará con una guisa característica, relacionada habitualmente con su indumentaria, que reflejará de modo fidedigno la moda imperante en los años 40.
Y es que, mientras la primera parte acontecía en los años relacionados con la victoria de Elliot Ness y la evasión de impuestos de Capone, esta segunda entrega se desarrollará una década después, coincidiendo con el marco temporal en el que se basa la trilogía de las películas de El Padrino, que data de finales de 1945 hasta 1955. Que el juego se desarrolle en esta época es algo a muy tener en cuenta, dado que Estados Unidos vive un periodo de transición debido en gran parte a la Segunda Guerra Mundial, finalizada en 1945, hecho que queda reflectado precisamente en la forma de vestir americana de por aquel entonces, y por ende también en el juego.
De esta manera, contemplando a los personajes podremos intuir cómo son, y encajarlos dentro de una condición social, inclusive (los trajes cruzados para hombre eran privilegio de políticos, artistas y demás gente importante, peces gordos de los mafiosos incluidos, mientras que por contra la gente de a pie solía llevar indumentaria deportiva de dos piezas, eliminándose paulatinamente el uso del sombrero tan representativo de los años posteriores a la Ley Seca, salvo para protegerse del sol).
Tal es la anuencia que ejerce el nuevo estudio de Take-Two Interactive, cuidando al máximo hasta el más nimio detalle; aún así, no todo se queda en atender considerablemente aspectos que sólo una minoría podría tener en cuenta, sino que también están poniendo un ahínco especial en cualidades que cualquiera sabría distinguir, aderezando cada rincón de la ciudad, hasta ahora sin nombre, desconociendo si la acción transcurre en la población de Lost Heaven, como su antecesor, o si sucede en otra metrópoli, con unos efectos de luces y unas sombras que variarán en demasía según el sitio donde ocurran, por ejemplo una calle mal iluminada por una farola, un restaurante, o un almacén, y de los elementos adyacentes que allí ocurran, como el paso de un coche con los faros encendidos por una calzada contigua que podría hacer mucho más visible, momentáneamente, el callejón oscuro donde nos encontremos.
No se conoce nada acerca de las novedades jugables que incorporará esta secuela pero, según lo proclamado por los programadores checos, sabemos a ciencia cierta que el guión estará igual o más cultivado que el anterior, por lo que sólo podemos preconcebir que el desarrollo seguirá la línea de su precursor, el cual se desenvolvía mediante relatos (que pasaban a ser las consiguientes misiones), aportando el quid lineal mencionado anteriormente. Esto que puede ser considerado como algo nocivo en un primer atisbo no lo es, pues gracias a esta particularidad el argumento puede cobrar una profundidad que con otro procedimiento no sería posible; y si llegaba un momento en el que preferíamos desconectar del modo historia, y nos apetecía relajarnos sin sufrir el tedio de nuestras tareas, podíamos acceder en cualquier momento a la modalidad "Viaje Gratis", donde disfrutábamos de libre albedrío para dar un paseo por la ciudad, hacer de taxista para conseguir beneficios, o simplemente robar coches, siempre y cuando hubiéramos obtenido unas lecciones previas.
Porque en Mafia no podemos hurtar vehículos porque sí, ni mucho menos, sino que deberemos haber sido instruidos, y según nuestra formación y el modelo del auto, variará el tiempo que necesitaremos para lograr nuestro objetivo. El juego contaba con 60 automóviles espléndidamente recreados, aunque de bien poco servía tanta variedad si tras usurpar alguno infringíamos alguna norma de tráfico, bien superando los niveles de velocidad establecidos, bien saltándonos los semáforos en rojo, pues entonces alguna brigada correría tras nuestros pasos listos para multarnos en cuanto nos detuviéramos, o preparados para pasar a la ofensiva si ofrecíamos resistencia: pequeños detalles que hicieron grande al juego de los años 30, pero que pondría las cosas difíciles a una nueva entrega a la hora de innovar.
Por otro lado, la banda sonora de Mafia tenía una composición de lujo, compuesta por grandes piezas de jazz y concertada especialmente para la ocasión, y, conforme a lo visto en el tráiler mostrado en Leipzig de Agosto del año pasado, parece que la
"nueva" 2K Czech (el equipo de programación checo) repetirá esquemas, pudiendo augurar gracias a esto que contaremos con grandes temas acústicos, mostrándose en armonía con la época encarnada y ayudando, por tanto, a hacernos creer que estamos jugando a una película clásica de mafiosos, favor al que contribuye su excelente doblaje al castellano.
Aún no hay fecha confirmada para el lanzamiento de Mafia 2, pero parece ser que volverá a contar con la competencia indeseada de la saga estrella de Take-Two: Grand Theft Auto 4, que saldrá en breve, por lo que resultará muy curioso cómo dos de sus franquicias compiten entre sí, aún sin quererlo. Sólo cabe esperar para saber si, una vez más, priman más entre ambos las desigualdades que las similitudes, o si la sombra del nuevo GTA es demasiado grande; porque mucho ha llovido en el género desde que los chicos de Illusión Softwork se estrenaron en él, por lo que las exigencias que acontecerán en su estreno serán elevadas, a causa de los grandes contendientes que han ido saliendo desde entonces. El enfrentamiento final, con su conveniente resultado, lo veremos en su futuro análisis.
