El multijugador, por lo tanto, no cambia mucho las cosas respecto al juego principal. La vista sigue siendo en tercera persona, y los movimientos básicos los mismos: disparar sin apuntar, apuntando, cubrirse, ataque cuerpo a cuerpo, salto... la cuestión es que los niveles están mucho mejor diseñados esta vez, llenos de recovecos que aprovechar, y el hecho de estar acompañados de otros jugadores nos permite llegar rápidamente hacia donde está la acción -sabemos dónde están nuestros aliados, pero no los enemigos-.

Aparte de un repertorio de armas variadas, incluyendo algunas especiales que encontrar por los niveles, como un lanzagranadas, el juego está constantemente dándonos una respuesta a todo lo que hacemos. Un disparo a la cabeza nos da una medalla, tres muertes consecutivas, una venganza, lanzar una granada antes de morir que mate a los enemigos que nos acaban de matar... todo tipo de acción que se salga ligeramente de la norma tiene una respuesta por parte del juego, y una recompensa en forma de experiencia o medallas, lo que da una sensación de avance constante muy satisfactoria.
La jugabilidad en sí es un tanto alocada. En Uncharted no es muy sencillo disparar en comparación con los títulos de acción pura, lo que hace que acabar con los enemigos que se están moviendo sea bastante difícil -sobre todo si tú también te estás moviendo-. Pero esa es la diferencia del modo multijugador, donde juegan otros muchos factores: sorprender a los enemigos apareciendo por donde menos lo esperan, cubrirte y disparar con cuidado manteniendo siempre un ojo a tu alrededor para que no te sorprendan por detrás, atacar cuerpo a cuerpo a los enemigos -a veces desencadenando una muerte cinemática muy vistosa-, las granadas... Lo que más desconcierta del multijugador de Uncharted 3, que haya tan pocas muertes puras de tiroteo, es precisamente lo que lo convierte en una experiencia tan fresca y divertida.
Una vez pasada la primera partida, tuvimos tiempo de bucear un poco en las opciones de configuración, descubriendo que, aparte de poder cambiar la apariencia de nuestro personaje, también podemos modificar y personalizar su equipamiento, configurando hasta cuatro equipaciones diferentes. Podemos elegir el arma principal entre una serie de fusiles, y también escoger un rifle de francotirador, y podemos escoger el arma secundaria entre una serie de pistolas y también una UZI, la metralleta israelí de bolsillo. Más interesante es el hecho de poder elegir un modificador para cada arma. Podemos hacer que tenga más precisión al disparar apuntando, sin apuntar y a ciegas -tras una cobertura-, o que se recargue más rápido, o que tenga mayor cargador, entre otras cosas.

Aparte de las armas, podemos configurar tres campos más, escogiendo entre una serie de poderes que se van desbloqueando a medida que subimos de nivel en el multijugador y ganamos medallas. Elegimos regeneraciones (respawns) más rápidos, pasando de diez a siete segundos, y poder revivir cerca de un compañero, de entre una serie de opciones muy interesantes, incluyendo algunos poderes especiales que usar gastando las medallas que ganemos en el juego. Desgraciadamente, el menú de configuración de la partida no nos dejaba demasiado tiempo para verlo todo, ni todas ellas estaban disponibles de entrada, pero parece que esta serie de poderes y modificaciones le darán mucha vida a las partidas, especialmente entre los jugadores expertos que puedan acceder a todas ellas.