Los enemigos se iluminan con un halo rojo cuando van a atacar, lo que te da tiempo a prepararte. Puedes golpearlos de formas muy variadas y casi todas espectaculares y, una vez que está debilitado, utilizar algún elemento del escenario para acabar del todo con un enemigo de forma normalmente sangrienta.

A la hora de elegir misión debes tener en cuenta si te interesa estar a bien con la tríada o conseguir algunos puntos de experiencia como policía para no olvidar que el protagonista en el fondo es de los chicos buenos, aunque deba hacer cosas malas para engañar a los mafiosos entre los que se ha infiltrado. Para motivarte en el transcurso de las misiones puedes recurrir a varios buffs, como tomarte un té o elegir ropa que combine o, ¿por qué no? recurrir a un masaje especial. Si te equivocas y en lugar de hablar con la moza callejera en cuestión le arreas un bofetón no tardará en acudir la policía a detenerte. Puedes escapar sin complicaciones si sales del círculo rojo en el que te buscan o enfrentarte a la policía.
Relax, misiones complicadas, desagradables… todo tiene cabida en este Hong Kong
Al poco de empezar a probar el juego cada periodista está siguiendo una misión diferente: uno intenta acabar con tres coches desde el que disparan a la furgoneta que lleva, otro se distrae interviniendo en las peleas de gallos (en las que no controlas al animal), un tercero intenta sacar buenas fotos del atardecer en un bulevar del puerto y siempre se las estropea un borracho que acaba mal para que tú consigas una buena imagen.
Todos los componentes de Sleeping Dogs tienen su parte buena y su parte menos buena, y, aunque el interés del estudio desde el principio es conseguir que la transición de una actividad a otra sea totalmente fluida la sensación que transmite es que todavía les queda trabajo por delante para lograr que no haya fisuras.
Desde el principio este juego parece regido por el sino de una vida azarosa. Tras dos años de trabajo como capítulo de la saga True Crime, Activision decidió cancelarlo. El estudio se defendió afirmando que el juego estaba prácticamente terminado. Meses después resurgió gracias a Square Enix ya bajo el nombre Sleeping Dogs y con unos cambios considerables respecto a la propuesta inicial. Era menos ambicioso y más realista, pero mantenía la personalidad.

De marzo a ahora ha cambiado de distribuidor en España. Dentro de unos meses, a finales de verano, el juego debe demostrar si ha encontrado el pegamento que una con consistencia todos sus distintos elementos o si todos estos problemas se han cobrado un precio alto.