Análisis de Rare Replay (Xbox One)

Pocos son los estudios que pueden presumir de llegar a los 30 años de vida y menos todavía los que durante todo ese tiempo han conseguido dejar para el recuerdo una auténtica colección de juegazos de los que dejan huella en la industria de una forma u otra. Sin lugar a dudas, Rare es uno de esos pocos privilegiados, una compañía que a pesar de encontrarse en horas bajas desde hace unos años, tiene en su haber una serie de sagas que no podemos esperar a que sean resucitadas tras la cantidad de buenos momentos que nos hicieron pasar en el pasado.

Ahora, para celebrar este importante aniversario, Microsoft nos trae Rare Replay, un recopilatorio de 30 juegos por solo 30 euros, todo un homenaje a uno de los estudios que mejor nos lo hicieron pasar hace unas generaciones, pudiendo disfrutar desde sus primeras obras como Jetpac hasta las más modernas de Xbox 360, como los Viva Piñata, sin dejarse por el camino importantes juegos de la época de Nintendo 64 como Conker's Bad Fur Day o los dos primeros Banjo-Kazooie. Y todo ello en un pack de lujo repleto de jugosos extras, pero vayamos por partes.

Para empezar, lo primero que cabe destacar es la buena presentación de la que hace gala el recopilatorio, con una serie de menús con mucho estilo, realizados con muy buen gusto y lo más importante de todo, intuitivos y de fácil navegación, permitiéndonos pasar de un juego a otro rápidamente y sin demasiados problemas. Hasta podremos ordenarlos de distintas maneras para que nos resulte más fácil buscarlos. La lista completa de títulos la podéis encontrar en la siguiente imagen.

Antes de entrar a cada juego podremos leer una breve descripción del mismo y consultar sus datos (número de jugadores, su año de lanzamiento, etcétera). También nos permitirán echarle un vistazo a sus controles y configurar algunas opciones, algo que solo está disponible para los títulos que no son de Xbox 360.

Otro detalle muy interesante es que cada juego tiene una serie de hitos (algo así como logros) que nos recompensarán con sellos por desbloquearlos. Cada vez que lleguemos a un determinado número de sellos subiremos de nivel y desbloquearemos una nueva recompensa en la galería de extras, entre las que encontraremos materiales muy jugosos, como bocetos e ilustraciones nunca antes vistos, vídeos explicando el cómo se hicieron algunos de los juegos más importantes del recopilatorio, documentales sobre el estudio y hasta materiales inéditos de títulos cancelados que nunca llegaron a ver la luz del día, como Kameo 2. Os aseguramos que estos extras se convertirán en todo un imprescindible que os animarán a seguir jugando para desbloquear más contenidos.

Otro interesante extra lo encontramos en la inclusión de una serie de pruebas cortas en las que tendremos que cumplir los objetivos que nos pidan en un tiempo determinado de ciertos juegos, como conseguir una determinada cantidad de puntos en un minuto jugando la primera pantalla de Battletoads. Eso sí, estas pruebas solo las encontraremos en los juegos más antiguos. También existe una variante en la que tendremos que superar una cadena de pruebas que mezclan diferentes títulos y con solo tres vidas. Son unos extras curiosos y muy agradecidos, ya que demuestran que no estamos ante un recopilatorio más y que se han querido hacer bien las cosas.

En cuanto a los juegos en sí nos hemos encontrado un poco de todo. Para empezar, los títulos más antiguos tienen una buena cantidad de opciones de configuración, pudiendo quitar o añadir marcos de pantalla, activar un filtro para que emulen un monitor antiguo, guardar y cargar partida y hasta activar trucos como vidas infinitas en el caso de que no nos veamos con la paciencia suficiente para pasárnoslos a la vieja usanza. Los controles de algunos de ellos no han envejecido demasiado bien, pero nos ha llamado la atención lo mucho que han conseguido entretenernos en su mayoría, lo que habla muy bien de cómo han envejecido.

Además, se han solucionado algunos errores de programación como el que sufría Battletoads en el nivel 11 jugando en cooperativo, en el que el segundo jugador no podía moverse, aunque si llegáis hasta ahí sin usar trucos y en compañía de un amigo podéis estar seguros de que habréis tocado techo en esto de los videojuegos (al fatídico nivel de las motos nos remitimos).

Respecto a los títulos de Nintendo 64, estos han recibido un aumento de resolución para que se vean bien en los televisores actuales, aunque esto solo afecta a los elementos poligonales, ya que los sprites 2D se ven muy pixelados. Es una auténtica pena que no se hayan molestado en mejorar su rendimiento, ya que juegos como Conker o Jet Force Gemini sufren de notables ralentizaciones.

A este último tampoco le habría venido mal la inclusión de opciones de configuración de control (ninguna de las dos que se nos ofrecen por defecto son suficientes), ya que a día de hoy y con un mando de Xbox One emulando el de Nintendo 64 el juego puede convertirse en todo un infierno, y no precisamente por su dificultad (mover la mirilla en el modo apuntado con el stick izquierdo invertido mientras nos movemos con el derecho es una auténtica odisea).

Destacar que Banjo-Kazooie, Banjo-Tooie y Perfect Dark nos llegan en sus versiones de Xbox 360 y no en las de Nintendo 64, por lo que están bastante más pulidos en cuanto a rendimiento y calidad visual. Eso sí, tanto estos como el resto de juegos incluidos de Xbox 360 nos llegan tal cual los pudimos disfrutar en la pasada consola de Microsoft y sin ningún tipo de cambio.

De hecho se utiliza la nueva función de retrocompatibilidad de Xbox One para hacerlos funcionar, por lo que se mantendrán hasta los logros de los títulos que ya jugarais en su momento. Nos habría gustado que se hubieran retocado algunas cosas, como el rendimiento de Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches (tenemos que admitir que no recordábamos que su tasa de imágenes por segundo sufriera tantísimo) o Perfect Dark Zero, aunque títulos como Kameo siguen siendo toda una delicia visual y sonora a día de hoy (y se mueven con una fluidez exquisita).

Por último, el discreto Grabbed by the Ghoulies es el único juego de la primera Xbox que se ha incluido, aunque para la ocasión ha recibido una remasterización completa que hace que actualmente luzca genial, algo a lo que también ayuda el hecho de que sus gráficos emulen el estilo de los dibujos animados. Eso sí, este lavado de cara no afecta a sus vídeos. Está lejos de ser el mejor juego del recopilatorio, pero es probablemente el que mejor trato ha recibido.

También nos vemos en la obligación de mencionar que por el camino se han perdido algunas traducciones, siendo Jet Force Gemini y Perfect Dark Zero las más destacadas (este último estaba hasta doblado y por algún motivo no permite activar subtítulos). Y sí, Viva Piñata sigue con su doblaje neutro.

En cuanto a la lista de juegos en sí (probablemente el apartado más subjetivo de todos), nos ha decepcionado un poco la ausencia del Killer Instinct original, un título que fue más redondo que su segunda parte. Esta secuela encima nos llega en su versión Gold, es decir, la de Nintendo 64, que a pesar de contar con más modos se queda por debajo en muchos aspectos de la de recreativas, Killer Instinct 2. El caso es más sangrante todavía cuando tenemos en cuenta las geniales versiones de ambas entregas que podemos disfrutar en Xbox Live comprando los Ultra Pack del Killer Instinct de Xbox One (por tener tienen hasta online).

También hemos echado en falta la versión para Super Nintendo de Battletoads, aunque a cambio podemos disfrutar por primera vez en una consola doméstica de esa maravilla que es Battletoads Arcade, juego por el que apenas pasan los años. Respecto a Conker, si bien nuestra versión favorita es la de Nintendo 64 (además de ser la original), no habría estado de más que se nos hubiera dado la opción de jugar a su remake para la primera Xbox, algo que muchos usuarios habrían agradecido por el simple hecho de que fue la única que nos llegó en español.

Conclusiones

Rare Replay es un gran recopilatorio que no solo hace gala de una relación calidad/precio envidiable, sino que también nos ofrece en un solo producto gran parte de la historia de una de las compañías que más huella han dejado en la industria, incluyendo algunos de sus títulos más míticos (solo por los dos primeros Banjo-Kazooie y por Conker's Bad Fur Day ya bien merece la pena su compra) y una serie de extras interesantísimos. No todos los juegos hacen gala de la misma calidad y no todos han envejecido igual de bien, y quizás algunas decisiones con la lista de títulos no sean del agrado de todo el mundo, pero pocos motivos encontramos para no recomendaros su compra, tanto si ya habéis jugado a la mayoría de ellos como si no.