Análisis de Halo 5: Guardians (Xbox One)
Como si de un MOBA se tratase, nuestro objetivo será destruir el núcleo de la fortaleza principal del rival o conseguir llegar al límite de puntos ante que nuestros enemigos (también hay tiempo, así que si se acaba gana el equipo que más puntuación tenga). Para ello tendremos que cumplir objetivos de todo tipo, como capturar bases (que también nos servirán como puntos de resurrección), matar jugadores o acabar con las fuerzas del Covenant y de los Prometeos que aparezcan periódicamente por el mapa. Además, las bases también generan personajes controlados por la IA para defenderlas, por lo que se trata de un modo que mezcla sabiamente PvE con PvP.

Para destruir el núcleo de la base del rival primero tendremos que exponerlo, algo que solo conseguiremos si dominamos todas las bases del mapa, por lo que acabar una partida con la destrucción de uno de estos núcleos suele ser algo muy raro de ver. Repartirse bien las tareas de ataque, defensa y caza de jefes es importantísimo y suelen haber tantos elementos en pantalla que por muy grandes que sean los mapas no nos van a faltar tiros ni acción constante, consiguiendo que realmente nos sintamos como que estamos en medio de una gran e intensa batalla entre dos bandos de Spartans.
Otro de los elementos de este modo que nos pueden llegar a recordar a un MOBA lo tenemos en el hecho de que todas las partidas las empezaremos con nivel 1. A medida que cumplamos objetivos y matemos enemigos conseguiremos experiencia. El nivel que tengamos decidirá el tipo de equipo que podemos solicitar, como nuevas armas, vehículos o potenciadores, de modo que suele ser muy habitual comenzar un enfrentamiento con casi todo el mundo a pie para acabarlos con tanques, Banshees y Mantis disparando en todas direcciones. Eso sí, dependiendo del nivel del equipo que solicitemos, tendremos que esperar un tiempo de recarga u otro hasta poder pedir más suministros, por lo que se ha encontrado un buen equilibrio para que no se abuse de esta mecánica.
En cuanto al equipo que podemos reclamar, existen de dos tipos distintos: permanentes para toda la partida y de un solo uso (es decir, que los perderemos al morir), por lo que suele ser una buena idea administrar las armas más poderosas y los vehículos con algo de cabeza para tenerlos a mano en los momentos más adecuados.

Un detalle muy importante que tenemos que tener en cuenta con los suministros de Zona de Guerra es que estos hay que desbloquearlos y que los de un solo uso son consumibles. Esto responde al sistema de progresión del título, permitiéndonos conseguir dinero jugando partidas para comprar unos sobres de cartas. Estos naipes incluyen elementos estéticos para personalizar a nuestro Spartan con una gran variedad de cascos, visores, armaduras, logos, diseños de armas, etcétera, y cartas para el modo Zona de Guerra, entre las que se incluyen desbloqueos permanentes de ciertos tipos de armas y suministros consumibles en forma de objetos de un solo uso.
Todavía es pronto para juzgar si este sistema es adecuado o no de cara al equilibrio de esta modalidad, aunque también es cierto que conseguir sobres es relativamente fácil, especialmente si tenemos en cuenta que podemos vender las cartas que no queramos y que por cada rango de jugador que subamos nos recompensarán con más packs de suministros.
