Análisis de Forza Motorsport 6 (Xbox One)

Además de las Historias de Motorsport, para añadir un poco más de variedad en el modo Carrera tenemos las Exhibiciones, una serie de pruebas de todo tipo, como derribar bolos haciendo puntos, pruebas de adelantamiento, desafíos uno contra uno, competiciones de marcas o pruebas de época, o lo más interesante, pruebas de resistencia, desde 30 hasta más de 80 vueltas, pudiendo por ejemplo emular la parte nocturna de las 24 horas de Le Mans. Estas ‘Exhibiciones’ añaden algo de sal y pimienta al modo Carrera, aunque nos esperábamos algo un poquito más elaborado o espectacular, ya que nos habían prometido una especie de repaso a la historia del automovilismo, y no dejan de ser simples carreras en las que solo podemos elegir unos coches muy concretos.

En líneas generales nos gusta que el modo Carrera te obligue a conducir con diferentes tipos de coches, y vayas notando las diferencias según pasamos de volumen y aumenta la potencia de los vehículos, pero finalmente se acaba haciendo muy repetitivo y monótono, con carreras cada vez a más vueltas, pero sin ningún otro aliciente. Creemos que un juego de esta envergadura debería tener un modo para un jugador mucho más elaborado, y sorprende por ejemplo la ausencia de sanciones durante las carreras, por golpear a otros coches o saltarte curvas, o que no haya competiciones de fin de semana, nunca podemos jugar la clasificación de una carrera, y siempre salimos en el puesto número doce de la parrilla.
Este puesto de salida solo lo podemos cambiar mediante el sistema de mods, una de las mayores novedades de esta entrega. Una especie de cartas que obtenemos al comprar paquetes, que se pagan con los créditos que obtenemos en el juego, y que podemos equipar antes de cada carrera, habiendo mods de uso ilimitado o de un solo uso. Los mods de impulso, siempre de un solo uso, nos dan ventajas como más créditos o puntos de experiencia al finalizar la carrera, mayor afinidad con el fabricante, más premios por adelantamientos, o mejorar nuestra posición en la parrilla.

Los mods de equipo, de uso ilimitado, mejoran las prestaciones del coche, como mayor potencia, agarre, peso, menor peso, etcétera. Y los mods de riesgo son los más curiosos, nos ponen hándicaps a cambio de aumentar las recompensas, como estar obligados a jugar con la vista de cabina, perder agarre, frenos disminuidos, sin frenada o trazado óptimo, y un larguísimo etcétera. Un nuevo y curioso elemento que podemos obviar, pero que nos gusta, y tendremos que decidir en qué carreras queremos usar estos mods, cuánto dinero gastamos en sobres, y cuándo nos queremos poner las cosas más complicadas equipando mods de riesgo.
Los modos multijugador es una de las partes del juego que más se ha potenciado, y sin perder características de anteriores entregas. Se mantiene el multijugador local para dos jugadores a pantalla partida, y en las carreras online pasamos de 16 a 24 corredores. Tenemos salas de carreras dividas por el tipo de coche, pruebas de derrape, carreras de aceleración con vehículos de tracción trasera, o ‘Tú la llevas (virus)’, en el que un jugador "infectado" tiene que tocar al resto de jugadores.

La novedad más interesante son las Ligas, competiciones que para poder jugar nos exigen estar en una división -de momento hay cinco diferentes- que tienen en cuenta la habilidad de los conductores, por lo que los puntos que obtienes en las ligas, además de para conseguir diferentes premios, te permiten ir ascendiendo de división, de manera parecida a lo que tienen otros juegos deportivos como FIFA.

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