Finalmente, la nula diversidad de modos de juego hará que echemos en falta algún tipo de extra remarcable, más allá de poder elegir dos bandos de diferentes ideales para la historia, en el que sólo uno podrá destruir y aniquilar sin miedo a ser penalizado. En consecuencia, la corta durabilidad del título de Traveller’s Tales se verá afectada por la no inclusión de un modo online, algo que sin duda habría disparado considerablemente la diversión al tiempo que se potencia la competitividad en línea.
Discreción Visual
En lo que al plano técnico se refiere, podemos destacar el logrado proceso de transformación de los robots, con unos rápidos y espectaculares efectos al pasar a su modo combate. El poligonaje de los mismos mostrará unos modelados robustos, con unos diseños idénticos a los de la película, y unos movimientos realmente conseguidos. A su vez, los escenarios tendrán una longitud notable, empañados por unas barreras invisibles que delimitarán nuestro rango de acción, y de una calidad visual algo inferior globalmente, debido, claro está, a que gran parte del entorno y de los objetos repartidos por él, serán susceptibles a ser derribados por nuestros poderosos robots y sus devastadoras acometidas. De forma incomprensible, podremos derribar un edificio entero sin apenas despeinarnos para más tarde contemplar atónitamente como nuestro Transformer ve bloqueado su avance por culpa de objetos tales como cascotes o árboles.

En cuanto a velocidad, el juego se moverá de manera fluida, aunque el sistema de cámaras supondrá un inconveniente en multitud de ocasiones, dificultando de forma flagrante la correcta ejecución de nuestros movimientos, y dejándonos totalmente vendidos al ser atacados por una serie de enemigos de manera simultánea. Desgraciadamente, el título de Traveller’s Tales palidecerá en comparación con gran parte de títulos de nueva generación, ofreciendo un acabado gráfico considerablemente menor, y dejando patente que la única razón de existencia de este tipo de productos no es más que la de aprovechar el tirón comercial que supone la película, al tiempo que ofrecen un videojuego que apenas se mantiene en nuestras retinas por el hecho de suponer una novedad.
Música de cine
En el plano sonoro, las melodías estarán compuestas por piezas íntegras de la película fácilmente reconocibles, así como otras creadas para el videojuego en especial. En líneas generales, la música irá totalmente acorde a las batallas, acompañando de manera óptima en todo momento, y contribuyendo a la inmersión jugable. Al mismo tiempo, los sonidos de los Transformers y chasquidos del metal estarán magníficamente recreados, junto a un doblaje de calidad que nos facilitará la comprensión de todos los capítulos que se irán sucediendo a los mandos de nuestra consola.

ConclusiónEl regreso de los míticos robots que tanta huella dejaron allá por la época de los 80 nos ha dejado un regusto algo agridulce, ofreciendo una jugabilidad rápida y directa, pero tremendamente empañada por unas limitaciones incomprensibles en su mecánica, potenciadas en función del equipo de Transformers que seleccionemos. Con un acabado visual algo discreto, numerosos fallos en el plano técnico, y con una duración tremendamente escasa, Transformers The Game cuenta con el dudoso honor de representar a una de las grandes películas de acción del año con unos atributos jugables que pierden fuelle a los pocos minutos de juego. Con ello, no podemos sino asimilar que se trata de la única opción, para que todos aquellos acérrimos seguidores de los Autobots y los Decepticons podamos revivir de primera mano toda la aventura que disfrutamos en los cines, y de que por supuesto, podamos ser artífices creadores a la hora de llevar a los Decepticons hacia la victoria. El destino del universo, nunca dependió tanto de nosotros mismos.