Análisis de Front Mission Evolved (PS3, PC, Xbox 360)
Los robots de Square Enix preparan sus armas para la batalla definitiva.

Daniel Escandell ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
7
SONIDO
7
NOTA
6.7
DIVERSIÓN
6
JUGABILIDAD
7
Análisis de versiones PS3, PC y Xbox 360.
Además, en el modo historia tenemos también niveles en los que vamos a pie, sin el robot, y son los aspectos más mediocres del juego. La acción se convierte en un juego en tercera persona genérico. Al igual que cuando vamos con el robot, acabamos escondiéndonos por las esquinas (lo que muestra que un sistema de cobertura, tan en boga, le habría sentado bien), y llevamos dos armas con nosotros. Los enemigos son bobos, no suponen ningún peligro real, y es aburrido. Por suerte, en el total de cinco actos que componen el modo historia, estos momentos son un porcentaje muy reducido, pero no funcionan, no aportan nada, y no tienen interés.

El control del juego varía en su respuesta al mando en función del Wanzer, ya que uno muy pesado o demasiado ligero quedará descompensado, pero el esquema de control general es muy sencillo, y fluctúa entre la sensación de manejar un tanque torpe (cuando anda) o un aerodeslizador extremadamente ágil (cuando se desplaza flotando), por lo que hay que saber adaptarse a ambos estilos, ya que la técnica de deslizamiento está limitada en su uso. Ésta se puede aplicar pulsando el botón B (del mando de Xbox 360) o presionando la palanca analógica izquierda, opción que nos ha convencido muchísimo más.
Del mismo modo, se salta con el botón A (al pulsarlo otra vez flotamos unos instantes), y disparamos con los gatillos, en función del arma (por ejemplo, si hacemos un ataque físico con el brazo izquierdo, pulsamos ese gatillo, pero si cambiamos a una pistola, ese mismo botón disparará), y los botones laterales del mando (por ejemplo, si lanzamos misiles desde el hombro derecho, mantenemos pulsado el botón lateral derecho del mando y lo soltamos para que salgan hacia el objetivo). De esta manera, es fácil asimilar qué hace cada botón, pues se corresponde con un brazo u hombro del robot.
Para luchar contra los enemigos debemos afinar la puntería, pues hay evidentes puntos débiles, y contra enemigos muy contundentes o en número elevado nos puede interesar, por ejemplo, inutilizarles las piernas. Pero no todo son robots gigantes enemigos, pues también hay helicópteros, tanques, torretas… en todo caso, cuando necesitemos más precisión de tiro, pulsamos la palanca analógica derecha y eso acerca la mirilla y es más fácil acertar en puntos exactos.

El nivel de dificultad general es un poco bajo, pero hay varios enemigos finales que se nos pueden resistir, por lo que la historia no ofrece un reto excesivo ni por extensión ni por dificultad pura, por lo que al final habrá que hacer una apuesta por su vertiente multijugador. El modo historia puede ofrecer sensaciones dispares, y lo más probable es que guste y disguste a partes iguales según el jugador, pero la experiencia multijugador se ha construido finalmente mejor, y tiene varios puntos a su favor.
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