Análisis de Dragon's Dogma (PS3, Xbox 360)

Además del peón principal que creamos, nos acompañarán otros dos, que tomaremos prestados ya sea de los que han puesto a disposición los desarrolladores, pensando en quienes no vayan a jugar con la consola en línea, o lo que es más interesante, contratar a los peones de otros jugadores a través de internet. Esto tiene un coste, unos cristales de la falla, que principalmente sirven para que no puedas pagar los servicios de peones que estén muy por encima de tu nivel, para no desequilibrar el juego. Si tú tienes nivel 10, será gratis contratar un peón del mismo nivel, te costará muy poco que sea de nivel 11, más caro de 12 o 13, y como mucho tendrás puntos suficientes para pagar por un peón de nivel 14, siendo bastante caro. Aunque como bien le gusta a Capcom incluir en sus títulos todo tipo de contenidos descargables, ya hemos visto que podrás, mediante dinero real, comprar paquetes de cristales de la falla que te permitirán contratar peones mucho más fuertes que tu personaje principal, desequilibrando la aventura tanto como quieras, algo que no recomendamos, a no ser que estés desesperado y quieras avanzar sin comerte mucho la cabeza.

Lo interesante de los peones es que están en constante aprendizaje, y cuando superan una misión adquieren el conocimiento de cómo hacerlo. Basta marcar como activa una misión para que los tres peones a la vez te empiecen a dar consejos de cómo afrontarla, o incluso advertirte de que va a ser muy difícil. Esto es muy útil, por ejemplo imaginaros que vais a subir por una montaña en la que a modo de trampa te lanzan unas rocas enormes. Si llevas a un peón en tu grupo que ya pasó por esta experiencia, te advertirá del peligro y podrás sortearlo. Esto se puede aplicar a todo, en maneras más efectivas de derrotar a los enemigos comunes o estrategias para los jefes, dónde encontrar un determinado objeto o ingrediente que te hace falta para una misión, etcétera. Muy interesante, y se ha implementado de manera perfecta.
Los peones contratados no mejoran ni suben de nivel cuando están contigo, por lo que hay que renovar a estos compañeros habitualmente, intentando que estén al menos a tu nivel y si es posible un poco por encima. El sistema de contratación permite múltiples filtros de búsqueda, por nivel, clase de personaje, puntuación, y siempre podrás encontrar exactamente lo que necesitas, incluso los creados por tus amigos. Tu peón, el que creas, si es contratado por otros jugadores, cuando vayas a la posada a dormir volverá con objetos y conocimientos.

Además de la obvia importancia de llevar un personaje principal bien equipado –con cascos y yelmos, chalecos y petos, brazales, mallas, botas, mantos, etcétera, todo con su representación visual, y que se puede mejorar mediante dinero y materiales- y con las habilidades oportunas aprendidas y equipadas –se adquieren mediante puntos y hay un gran número en cada vocación-, conviene tener un grupo de personajes equilibrado, en esto radica muchísimas veces la diferencia entre el éxito y el fracaso. Tener al menos un fuerte guerrero en el cuerpo a cuerpo, un arquero para la larga distancia y los enemigos aéreos, y por supuesto, un mago que nos cure y lance hechizos directos contra los enemigos u otorgando daño elemental a nuestras armas. Cada jugador optará por una estrategia y un equipo, pero os aseguramos que acabareis aprendiendo a base de derrotas y fracasos, que en las primeras horas os pueden frustrar un poco si no sois pacientes.

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