Análisis de Castlevania: Lords of Shadow 2 (PS3, Xbox 360, PC)

La duración está en torno a las 10-12 horas, muy similar a la del primer Lords of Shadow , y es en la búsqueda de los secretos y coleccionables donde podemos entretenernos bastante más. Por ejemplo en la tienda del Chupacabras, un comercio donde podemos comprar todo tipo de ítems, tenemos un espejo que nos lleva a una arena de combate llena de complicados desafíos, para quienes quieran poner a prueba su dominio del sistema de combate. El simple hecho de encontrar todas las mejoras del personaje ya nos llevará unas cuantas horas, ya que ahora al ser un mundo mucho más grande y abierto, sus secretos están mejor escondidos, y deberemos explorar y buscar con mucha atención.

El apartado técnico es bastante bueno, muy consciente de las limitaciones de dos consolas tan veteranas como PlayStation 3 y Xbox 360, y se le ha dado prioridad a una robusta tasa de imágenes por segundo y total ausencia de problemas en la sincronización vertical, por encima de la calidad de las texturas o algunos dientes de sierra de más, lo que nos parece una buena decisión. La dirección artística sigue siendo muy buena, aunque echamos un poco de menos esos bonitos parajes naturales del primer juego, aquí pasando demasiadas horas por las calles de una ciudad gris un tanto fea e interminables laboratorios, que terminan haciéndose un poco repetitivos, como el diseño de ciertos enemigos, un tanto discutibles.
Pero cuando viajamos al pasado, y nos movemos por el clásico castillo de Drácula, el juego da lo mejor de sí mismo. Ya no hay casi lugar para el lucimiento que proporcionaban las cámaras fijas del anterior, pero en cambio podemos observar con libertad los –a veces- impresionantes escenarios. También se agradecen las escenas cinemáticas, ahora todas realizadas en tiempo real por el motor del juego, y que ofrecen unas correctas expresiones faciales, que no son las más punteras que hemos visto, pero sí bastante competentes y muy mejoradas respecto a la primera entrega.

El apartado de sonido es sobresaliente, con un excelente doblaje al inglés, repitiendo los actores Robert Carlyle y Patrick Stewart en los papeles principales, y la banda sonora, nuevamente a cargo de Óscar Araujo, es simplemente impresionante. Melodías bellas, evocadoras, épicas cuando deben, no te cansas de escuchar el precioso tema principal, que describe tan bien las sensaciones que intenta transmitir esta aventura, algo que consigue mejor a través de su música que de su guion.
Sangre con sabor amargo
Esperábamos mucho más del esperado cierre de la trilogía Lords of Shadow, al menos más y mejor de lo mismo, pero es que incluso nos ha gustado menos que el juego de 2010. Su propuesta más ambiciosa le juega una mala pasada, sin saber muy bien qué hacer con ese mundo abierto que plantea, y combina constantemente momentos divertidos e intensos –varios jefes finales principalmente-, con otros tediosos y hasta frustrantes –las desastrosas secciones de sigilo-, que hacen que la aventura tenga un ritmo lleno de altibajos, y evidentes errores de diseño.

Para terminar la faena, el desenlace de la historia no puede ser más decepcionante, y lo que fue un final sorprendente y espectacular en el primer episodio, aquí no han sabido rematarlo, y la historia languidece y se apaga, muriendo de inanición. Pese a todo esto que hemos dicho, sigue siendo una aventura de acción muy entretenida, que nos ha tenido pegados al mando de principio a fin, y esta es sin duda una de las mayores virtudes que puede tener un juego. Si toleras las obras imperfectas aunque con personalidad propia, y quieres ayudar a Drácula a acabar con su eterna agonía, seguro que disfrutarás Lords of Shadow 2.

Últimos análisis





