Análisis de World of Warcraft: Mists of Pandaria (PC)

El contenido de nivel 90
Probablemente esta sea una de las mayores preocupaciones de casi cualquier jugador de World of Warcraft. No en vano, si una vez alcanzamos el nivel máximo no tuviésemos una buena cantidad de contenidos y de cosas para hacer, nos aburriríamos antes de querer seguir pagando otra mensualidad. Para esta ocasión, Blizzard ha decidido mantenerse bastante conservadora, por lo que todo el peso del contenido de alto nivel recaerá principalmente sobre las mazmorras heroicas, las raids, el pvp, y las misiones diarias.

De hecho, estas últimas han ganado mucha relevancia y ahora nos encontraremos con una ingente cantidad de ellas para hacer mientras subimos nuestra reputación con las muchas facciones que habitan Pandaria. Cumplirlas no solo elevará nuestra reputación con la facción de turno, sino que también nos reportará puntos de valor, necesarios para conseguir objetos de alto nivel.
También tenemos que destacar el loable trabajo que ha realizado Blizzard con cada una de las facciones. Todas están muy bien diferenciadas y nos propondrán retos y recompensas muy diferentes. Por ejemplo, con los Labradores podremos tener nuestra propia granja, algo que nos vendrá perfecto para conseguir ingredientes de cocina, mientras que con la Orden del Dragón Nimbo criaremos a un dragón desde que solo es un huevo hasta que crezca y se haga lo suficientemente grande como para que podamos montar en él. Además, gracias nuevamente al uso del phasing, podremos ver físicamente los avances y progresos que hagamos con ellas. Eso sí, os avisamos que realizar misiones es la única forma de subir reputación, por lo que olvidaros de aquello de equiparos con un tabardo e iros de mazmorras para subirlas en una o dos tardes.

Hablando de mazmorras, aquí nos hemos encontrado con una de las mayores decepciones de toda esta expansión. De entrada tenemos 9 heroicas para cinco jugadores que nos pedirá un nivel de equipo de 440, algo que podremos obtener perfectamente y sin problemas realizando las misiones del Desierto del Pavor. Si bien su número es más que aceptable, cuando nos damos cuenta de que el reto que nos ofrecen es prácticamente inexistente, empiezan a perder rápidamente su atractivo.
Si sois de los que disfrutabais de aquellas tardes encerrados en una mazmorra, donde cada jefe y cada pull era todo un desafío y donde se nos exigía una buena coordinación y dominio de las habilidades de control, aquí no vais a encontrar nada de eso. Las mazmorras de Pandaria duran entre 20 y 30 minutos y nos bastará con tirar para adelante arrasando con todo lo que se nos ponga por delante mientras lidiamos con los pulls a base de áreas. Los jefes tampoco son nada del otro mundo y presentan unas mecánicas muy básicas y permisivas que podremos aprender perfectamente sobre la marcha sin necesidad de que nadie nos tenga que explicar lo que tenemos que hacer. Hay alguno que otro que sí que se nota que está algo más trabajado, pero ni de lejos llegan a los niveles que pudimos disfrutar en expansiones anteriores.

Cuando el pasado mes de marzo J. Allen Brack y Frank Pearce, dos de los principales responsables de World of Warcraft, nos comentaron que no querían volver a repetir lo ocurrido al principio de Cataclysm con su dificultad (esta expansión nos ofrecía mazmorras heroicas realmente desafiantes en sus inicios) nos esperábamos una bajada de la misma, pero no su total eliminación. Debido a esto, la gran esperanza de los amantes del PVE radica en que no se repita la misma historia con las tres raids (las mazmorras para bandas de 10 y 25 jugadores) que abrirán sus puertas este miércoles, ya que este tipo de contenido ha sido desde siempre el más importante de cara a mantener a los jugadores enganchados y pagando sus mensualidades.

Últimos análisis de PC





