Análisis de Tooth and Tail (PS4, PC)

Cuando Monaco: What's yours is mine ganó el Independent Game Festival del año 2010, pocos se sorprendieron. Su creador, Andy Schatz, ya era una especie de leyenda dentro del movimiento independiente, mucho antes de que apareciese la película Indie Game The Movie o del movimiento "Sony Loves Indies". que marcaron posteriormente el devenir de esta escena hasta hace poco tiempo.

Así, después de trabajar en juegos de marcado carácter comercial como la versión de Goldeneye de Electronic Arts o ayudar en el online de Whacked! de la primera Xbox, decidió montar Pocketwatch Games y realizar la trilogía de juegos de gestión Venture, con sus entregas Africa, Artic y Dinosauria. Pero fue con Monaco, especialmente en su versión de Xbox 360, con el que dio un salto internacional que, dado el carácter no demasiado extrovertido del desarrollador, acabó quedándose un poco en su única aportación conocida fuera de Norteamérica de Andy Schatz, al que también se le conoce allí por presentar en determinadas ocasiones los premios independientes.

Hace más de tres años Andy anunciaba el desarrollo de [ARMADA], algo que definió como un juego de estrategia en tiempo real para la gente a la que le gustaba la idea detrás de este género, pero que en el fondo no se encontraba a gusto en ese mundo de acciones por minuto y de otros vicios adquiridos.

Tras dos cambios de nombre más, nos acabamos encontrando con el actual Tooth and Tail. En este caso hablamos de un juego de estrategia en tiempo real en el que tenemos un par de cambios respecto a lo que esperamos de un título de este estilo. El primer gran cambio viene a la hora de observar el trasfondo del juego y todo lo que le rodea, ya que el mundo de Tooth and Tail está protagonizado por animales antropomorfos, y además, por así decirlo, con una inspiración nada disimulada en una obra tan de culto como Rebelión en la granja, la fábula de George Orwell sobre la condición humana protagonizada por no tan entrañables seres vivos domésticos.

El segundo viene cuando empezamos a controlar el juego. Es un título pensado para poder ser jugado sin demasiados problemas tanto con un mando como con un ratón (o incluso fundamentalmente teclado, si tenemos ganas de jugar así). De hecho, no sabemos si es de manera fortuita o no, el personaje que manejamos en lugar de un cursor es un roedor, lo que tal vez sea provocado para dar un refuerzo mayor al hecho de manejar todo con nuestro personaje.

Como muchos juegos de estrategia, tenemos la posibilidad de participar en un modo campaña, o en disfrutar del multijugador. En el primer caso avanzaremos por un modo historia en el que poco a poco se nos irán explicando los conceptos para poder disfrutar completamente de la experiencia jugable, a la vez que conocemos la historia de diferentes roedores.

La historia, por cierto, se nos revela de varias maneras. Al principio podremos ver algún vídeo, pero posteriormente nos iremos enterando de lo que acontece a los diferentes protagonistas de dos maneras principalmente. Por un lado está lo que ocurre en el campo de batalla, pero por otro lado entre envite y envite nos encontraremos con un espacio, que no siempre es el mismo, donde encontraremos diferentes personajes, algunos de los cuales nos ofrecerán misiones necesarias para avanzar en la historia. Como curiosidad, el desplazamiento es absolutamente lineal, pero luego cada combate tiene su grado de aleatoriedad, lo que hace que podamos volver a intentarlos para intentar mejorar nuestra puntuación.

Respecto a los combates comentar que el sistema nos permite ir bastante al grano, con unas mecánicas muy sencillas en lo superfluo (como conseguir recursos para crear nuestras tropas o defensas), pero muy centrado en lo táctico, de manera que no es tan importante la velocidad en la microgestión como el uso correcto de las tropas en cada momento. En cuanto a las partidas multijugador, que por cierto suelen tener usuarios a pesar de ser un título que no ha gastado demasiado dinero en atraerlos, lo cierto es que tienen cierta diferencia, ya que una vez cada persona o equipo haya elegido a sus comandantes les corresponde elegir cuáles serán las 6 unidades de 20 posibles que podremos usar en el campo de batalla, lo que implica cierta decisión estratégica.

El modo de un jugador no es excesivamente largo, con bastantes fases cortas y algunas no demasiado largas que en total nos llevarán unas pocas horas para sacarle todo el jugo disponible, pero esto se compensa sin problemas con el multijugador. Por desgracia en estos momentos el juego sólo se encuentra disponible en inglés, y esto es un pequeño problema para aquellos que no dominen este idioma y quieran sacarle todo el jugo, ya que si bien la historia no es tan profunda como podríamos esperar si que hay bastante texto. Además, teniendo en cuenta que a estas alturas de la película Monaco sigue sólo en el idioma de Shakespeare es más que posible que nunca lo traduzcan.

Eso sí, os podemos decir que a nivel de empaque este juego sorprende. Por un lado tenemos la bellísima banda sonora de Austin Wintory (el famoso compositor de Journey), que con melodías realmente épicas nos consigue trasladar sin ningún problema a cualquiera de las grandes batallas de la historia … o a esos momentos de revoluciones en las que algún bando realiza algo inesperado. Por si fuera poco, el aspecto sonoro acompaña más allá de la música, con unas voces que son una mezcla de inglés con otros idiomas más cercanos a los eslavos que a los anglosajones, además de todo el pack de explosiones, disparos y golpes que podamos necesitar.

Y todo esto se ve multiplicado por el trabajo de dos artistas, Adam De Grandis y Jerome Jacinto, el primero de los cuales ya es conocido por su trabajo anterior con el mismo Monaco, pero también con juegos como Frozen Synapse 2 o los anteriormente citados Venture Africa y Artic, los cuales hacen un trabajo fantástico tanto en las imágenes que sirven para ponernos en situación antes y después de las partidas (o de la exploración), como en el resto de gráficos del juego, los cuales usan una mezcla muy bien llevada a cabo de perspectiva isométrica con animación tradicional, además de ciertos efectos para explosiones, armas y otras necesidades varias.

Conclusiones

En resumen, y dejando de lado el hecho de que este juego no esté ni traducido ni haya tenido una campaña de marketing especialmente elevada, lo que redunda en que tan sólo vaya a ser conocido por tierras anglosajonas de inicio, nos encontramos con uno de los juegos de estrategia en tiempo real más interesantes de los últimos tiempos. Sabiendo lo que hicieron con Monaco es más que posible que tenga más contenido en un futuro no demasiado lejano, y si no fuera ya nos encontramos con un título más que recomendable.

Este juego se ha podido analizar gracias a un código proporcionado por Pocketwatch Games.