Análisis de Zombie Panic in Wonderland DX eShop (Nintendo 3DS, Switch)

Hace unos años, Zombie Panic in Wonderland irrumpió con inusitada fuerza en la consola virtual de Wii, ofreciendo originalidad y pasión por los juegos de acción con temática arcade y empinada dificultad. Desarrollada por Akaoni Studio -estudio de programación con sabor español afincado en Valencia-, Zombie Panic in Wonderland sorprendió a propios y extraños con su control con notas clásicas, propio de juegos como Blood Bros o el venerado Cabal, que además estaba perfectamente adaptado al Wiimote lo que ampliaba si cabe la experiencia jugable que suponía. Varios años después, tras pasar por iOS y Android con una versión adaptada a la pantalla táctil de ambos ecosistemas nos traen su adaptación a Nintendo 3DS que promete más contenido y mejoras como para considerarla la versión definitiva del juego.

Zombis en el país de las maravillas

Lo primero que llama la atención de Zombie Panic in Wonderland DX, es su pasión por el folclore, occidental y nipón, extraído de los más diversos cuentos y leyendas. Tenemos referencias a las principales protagonistas de las fábulas infantiles -Blancanieves, Alicia o Dorothy entre ellas-, así como el personaje de Momotaro, un héroe propio del imaginario japonés nacido de un melocotón y que a posteriori crece y se enfrenta a demonios y otras criaturas.

El reparto de héroes, como podéis imaginar, es variado y va ampliándose conforme nos vemos superando fases y consiguiendo determinados logros. Si somos habilidosos, pasaremos de ambientes netamente japoneses a otros más acordes con los cuentos citados -esta versión DX para 3DS es algo más larga que la concepción original en Wii-, todo ello con cierto toque a parque temático -con nuevas secuencias en 3D completamente interactivas- y sin perder de vista el verdadero leitmotiv del juego: los zombis.

Zombie Panic in Wonderland DX versa, como os podéis imaginar -no tenéis que hacerlo tampoco mucho, simplemente hay que leer pausadamente el título-, alrededor del arte y la diversión que nos puede ofrecer el aniquilar toneladas y legiones de zombis de diversa índole y aspecto. Como buen shooter en tercera persona -estático, aunque de desplazamiento lateral-, el juego no tardará ni un minuto en introducirnos en la mecánica de disparo que es bien sencilla y bastante accesible. Tal y como os relatábamos al comienzo del análisis, Zombie Panic in Wonderland DX es un videojuego que se siente y se juega como un clásico del género de acción de hace unas décadas, con lo que únicamente tendremos que preocuparnos de dos cosas: de disparar y no ser dañados.

Akaoni Studio ha incluido dos tipos de controles en esta versión para Nintendo 3DS. Por una parte, tenemos un control táctil que se apoyará en la pantalla inferior de la portátil para manejar la mirilla y disparar, así como para cambiar de arma si así lo necesitamos, y el otro, se basa en el uso del joystick analógico y los cuatro botones que tiene la consola. Por defecto, Zombie Panic in Wonderland DX viene por defecto configurado para el control basado en la pantalla táctil, que tras probar ambos de forma concienzuda, creemos que es el más correcto.

El stylus nos ofrece una respuesta más rápida e instantánea que el joystick, que en algunos momentos, se antoja insuficiente por culpa de su limitado recorrido y su lenta respuesta. En cualquier otro juego, quizás podríamos recomendar ambos según el tipo de jugador, pero en Zombie Panic in Wonderland DX el error y la pérdida de tiempo se paga, y con creces.

Jugabilidad y dificultad con sabor clásico

Zombie Panic in Wonderland DX tiene dos modos de juego: historia y arcade. En el primero iremos siguiendo el argumento clásico y disparatado del título original -con las nuevas incorporaciones para esta versión 3D- y en el segundo, reviviremos las fases que hayamos conseguido superar en el modo principal, siempre a nuestra forma y manera. Ambos modos se complementan bien, siendo el primero más indicado en primer instancia y el segundo, el arcade, ideal para revivir experiencias y partidas esporádicas en la búsqueda del récord y la puntuación más alta -algo que le sienta muy bien a una portátil-.

En Zombie Panic in Wonderland DX seremos asediados, sin respiro o descanso alguno, por decenas de zombis, animales no muertos y mutantes -incluso demonios- nivel tras nivel. Los no muertos nos atacarán de las más diversas maneras y formas, ya sea intentando pegarnos el mordisco de turno, o lanzándonos trozos de mobiliario urbano, rocas o fragmentos radioactivos. La acción es constante en pantalla, obligándolos a utilizar con bastante maestría nuestro armamento, combinando las diferentes armas de las que disponemos y memorizando cada rutina de ataque antes de gastar munición de forma absurda.

Para ello, tenemos un fusil automático de cargadores ilimitados, un lanzallamas que ayudará a parar los pies a los zombis y quemarlos con gran radio de acción -aunque perderemos visión por culpa de las llamaradas- y una suerte ametralladora de gran calibre ideal para los monstruos más corpulentos o las grandes aglomeraciones de no muertos. Por si fuera poco, nuestros héroes tienen a su disposición unas extremadamente limitadas granadas y cohetes de gran poder, que si bien pueden sacarnos de un apuro en los combates más duros, deben ser racionadas con atino.

El esquema de la adaptación para Nintendo 3DS sigue los frenéticos derroteros de la versión de Wii e incluso de la app de iOS y Android. No hay descanso ni espacio para parar ni un solo segundo, teniendo en nuestra mano una capacidad de destrucción masiva. Zombie Panic in Wonderland DX establece una serie de objetivos por nivel, entre los que destacan el tiempo -cada fase tiene un tiempo límite a superar-, el no morir -tenemos un número exiguo de continuaciones y vidas- y la cantidad de zombis a matar, que suele ser un porcentaje bastante alto.

Con el paso de las partidas, comenzaremos a desarrollar una serie de tics y estrategias muy saludables, que demuestran lo sólido del planteamiento jugable del título y que añaden cierta capa de experiencia subjetiva que nos hará revivir recuerdos pasados delante de las máquinas arcade de los salones de recreativo. Por ejemplo, cabe destacar que los escenarios son completamente destructibles, llenos de elementos a los que disparar y objetos de los que aprovecharse para, por ejemplo, arrasar con explosiones las legiones de zombis hambrientos. Además, en la versión de 3DS los zombis son más inteligentes, ya que ahora pueden interactuar con el entorno, lanzándolos los mismos elementos destructibles y otras piezas de atrezo.

La curva de dificultad de Zombie Panic in Wonderland DX sigue siendo igual de ajustada y empinada que en anteriores versiones, invitándonos a rejugar una y otra vez determinadas escenarios, y obligándonos a desarrollar habilidades excelsas en eso de disparar y esquivar -esencial el botón de salto hacia un lado- a los no muertos. Los primeros escenarios son relativamente fáciles, si bien la cosa se puede complicar -y mucho- a los pocos minutos. Uno de los aspectos más sólidos del juego, son los jefes finales, criaturas enormes y algo puñeteras -con sus habituales y propias rutinas de ataque- que conseguirán que pongamos todos nuestros sentidos en aguantar una tras otra sus incesantes embestidas. Quizás estos encuentros pequen de repetitivos y poco originales, pero sirven para aumentar el estrés hasta cotas poco aguantables para los menos duchos.

Zombie Panic in Wonderland DX se ha hecho bastante bien a las tres dimensiones, conservando su estética, su sentido del humor y su diseño artístico, y añadiendo nuevas perspectivas y ángulos de cámara concienzudamente pensados para sacarle el partido al efecto de profundidad de la pantalla 3D de la portátil de Nintendo. Akaoni Studios ha conseguido empaquetar sin demasiados sacrificios el apartado gráfico, que aunque goza de algunos modelados algo más simples que su versión para sobremesa, sí es cierto que ofrece colores y texturas más vivas…

Creemos que estamos ante la versión más completa a nivel visual y técnico, sobre todo por el intensivo -e inteligente- uso de la tridimensionalidad de la imagen, todo muy meritorio dado el limitado hardware de Nintendo 3DS en comparación a los dispositivos de Apple, Android o la propia Nintendo en sobremesa -Wii era una consola discreta, pero más potente que la portátil de la compañía nipona-. El sonido del juego también ha recibido un nuevo ajuste, que lo hace más dinámico y espacial o envolvente, pero que conserva muchos aspectos del título original. Zombie Panic in Wonderland DX está traducida al castellano.

Conclusiones finales

Zombie Panic in Wonderland DX es un agradable reencuentro, que añade nuevos enemigos -que ahora son más inteligentes-, un nuevo apartado gráfico tridimensional que busca sacarle el partido a la pantalla 3D y dos controles diferentes -táctil y físico- que buscan aglutinar a todo tipo de jugadores bajo el mismo amparo arcade. Es una versión muy completa, con nuevos trajes, algún que otro nivel extendido y una banda sonora remozada, pero igual de desafiante y adictiva. Quizás la ausencia del multijugador -disponible en la primera versión para Wii- y la carencia de variedad en el desarrollo -no habría estado de más incluir algún nivel extra o una historia paralela para la ocasión- sean sus dos máximas pegas, pero no lastran en absoluto el resultado final.

Dado su atractivo precio -unos 5€ aproximadamente- y lo cómodo de su descarga digital a través de la eShop de Nintendo, Zombie Panic in Wonderland DX nos parece un juego bastante recomendable tanto para jugadores que se acerquen al título por primera vez, como para aquellos que sientan la necesidad de volver a machacar algunas cabezas y zombis de nuevo.